“No me siento músico…() …no tengo formación musical..() …no me caso con ningún estilo ni con ninguna manera de producir, ni de hacer las cosas de manera tradicional, me gusta ir experimentando e ir probando nuevos métodos, nuevos instrumentos, incluso me funciona el error y las cosas que suceden en el estudio”.
El segundo podcast de este ciclo de Rauversion es una extensa conversación con Miguel Conejeros, una leyenda del punk de los 80 con Los Pinochet Boys y en los 90 con Los Parkinson. De esos años ya se ha hablado bastante, y sin duda, ambas bandas son patrimonio de la música chilena, pero a mi juicio, lo más interesante de Conejeros, es su incursión en la música electrónica como Fiat 600 desde mediados de los 90 hasta el día de hoy, su proyecto solista como productor donde ha desarrollado una sólida, prolífica y extensa carrera en que se ha movido con versatilidad entre el techno monocromático, el IDM, el ambient, la colaboración con diversos artistas visuales y el diseño de sonido de experiencias como ATANA, entre otras actividades.
En esta esta entrevista, Fiat 600 habla de su visión como productor, donde se asemeja más a los métodos de un artista plástico al no ser un músico formal, en que la experimentación, la colaboración, la configuración de las máquinas o el error no forzado son una herramienta de creación. Además, nos cuenta del proceso de varios de sus trabajos más importantes, como el reciente Laboratorio, El color que cayó del cielo, basado en la obra de Lovecraft, Epistolar junto a Jorge González o el extraño y ominoso Kafküdengun, un trabajo que se encuentra en la cumbre de la música electrónica hecha en Chile, en Latinoamérica o en cualquier lugar.
Por cierto, además de lo musical, Conejeros habla de política, de la escena o los nuevos movimientos que están surgiendo en Chile, de cómo luego de la pandemia han aparecidos pequeños nodos y comunidades de artistas que -curiosamente- se asemejan en espíritu y actitud a lo que sucedía en los años 80 en plena dictadura. Sin duda, esta es una conversación animada y llena de reflexiones interesantes de un artista que no ha parado de hacer música desde hace más de 30 años y que hoy -en tiempos en que muchos músicos viven de sus glorias pasadas- sigue produciendo, tocando lives sets muy seguido, quizá, su secreto para mantenerse en forma y mantener la calidad artística intacta y el alma inquieta.
Y como para cerrar este texto con buenas noticias, les contamos que al final de la conversación, Fiat 600 promete sacar un disco exclusivo por Rauversion, y ya les podemos adelantar de que tendremos novedades en los próximos días.
“No me siento músico…() …no tengo formación musical..() …no me caso con ningún estilo ni con ninguna manera de producir, ni de hacer las cosas de manera tradicional, me gusta ir experimentando e ir probando nuevos métodos, nuevos instrumentos, incluso me funciona el error y las cosas que suceden en el estudio”.
“Hoy lo que más me motiva es trabajar proyectos con otras personas, trabajar con gente de otras disciplinas, a mí me motiva y me alimenta mucho como aprendizaje”.
“Para mi el riesgo y la adrenalina que corre cuando tocas en vivo (live sets), se me hace muy estimulante, por que estoy defendiendo mi música, mi trabajo. Entonces, Cuando estoy tocando en vivo, siento que estoy realizando una declaración de principios…() …cuando tocas lives, llevas a la gente a tú terreno”.
Sobre Nervio Óptico,realizado junto al artista visual Marcelo Fica: “Hubo una sincronía cuando estábamos trabajando, estábamos hablando de todo lo óptico y vino el tema del estallido, de las pérdidas oculares, nos hizo sentido cosas como la dignidad, fue una sincronía curiosa”.
Yo creo que en cualquier persona que haga o ejecute propuestas estéticas o artísticas, hay un trasfondo político, a mi no me interesa la cosa partidista, me interesa dar cuenta de lo que sucede en mi entorno, no es el fin último de lo que hago, pero todo lo que hago está impregnado de lo que atañe a mis contemporáneos y a las personas que viven a mi alrededor”.
Respecto a la escena electrónica en Chile: “Llamarlo escena es mucho, ahora último me parece que pasan cosas aisladas, lo que me parece muy interesante. Luego de la pandemia muchos de los clubes murieron, lo que veo son como nodos, lugares muy pequeños, 20 o treinta personas, que tocan en vivo, lo que hacen la gente de Grieta, lo que hacen Eneemgo, Fomo, son pequeños colectivos que muchas veces hacen fiestas en sus casas, y ahí está tocando la gente en vivo, entonces son pequeñas comunidades que se están armando, que me lleva un poco a lo que eran los años 80”.
“Kafküdengun es uno de los discos que más cariño le tengo…() …nace de una invitación que me hace el Museo de Arte de Chiloé, para hacer una residencia para crear una pieza. Invité a Pablo Mellado a registrar todo esto y allá se nos ocurrió hacer una ficción de todo esto…() …El corto habla de la otredad, nos imaginamos la llegada de los primeros hombres que llegaron a la isla..”
Sobre Epistolar con Jorge González: “El amor de Jorge por la música merece un homenaje y es un ejemplo a seguir y a tener en cuenta, es su motor de vida”.